07 diciembre 2007

Que es la Neurosis

Pocos saben a ciencia cierta qué le quieren decir cuando lo tratan de neurótico o neurótica. El común de la gente usa el término para referirse a una persona que reacciona en forma exagerada a algunos estímulos, a quien le cuesta relajarse o tomarse las cosas con más calma. Pero para entenderlo y quizás hasta combatirla, lo primero es saber de qué se trata.

Si bien es cierto que todas las personas sufren miedos y obsesiones en mayor o menor medida, la mayor parte de la gente consigue dominarlos sin que afecten en demasía su actividad diaria ni su estructura mental. Algunas características que se deben tener en cuenta sobre las causas de la neurosis son:

# Predisposición: Existe cierta predisposición a sufrir una neurosis en las personas hipersensibles, con una emotividad superior a la normal, por lo general con un acusado sentido de culpabilidad, y que se sienten muy afectadas por las tensiones emocionales y por los hechos impactantes, como disgustos, peleas o accidentes, o por hechos o circunstancias banales a los que ellos otorgan mayor importancia de la que en realidad tienen y que les causan una fuerte alteración psicoemocional.

# Educación: Está comprobado que la emotividad exagerada se puede adquirir a través de la educación de unos padres también muy emotivos. El individuo crece y se educa en un ambiente familiar proclive a las reacciones neuróticas ante situaciones tensas o emotivas y, por imitación subconsciente de los comportamientos paternos, se desarrolla de este modo una personalidad potencialmente neurótica.

# Tensión emocional: Por lo general, una neurosis se desarrolla en un individuo debido a situaciones o hechos que crean en él fuertes tensiones emocionales.

Tipos y síntomas
Existen diversos tipos de neurosis, pero de ellos cabe destacar los más frecuentes. En general, entre los síntomas se presenta alteración mental y baja capacidad de concentración, así como un alto grado de ansiedad, en que el miedo y las obsesiones dominan al afectado y le provocan un verdadero sufrimiento psíquico.

Tipos:

# Fobias: Consisten en un miedo desproporcionado a determinadas situaciones como el miedo a la oscuridad, a los espacios abiertos (agorafobia) o a los lugares cerrados (claustrofobia); también, el miedo a determinados objetos, de hecho, inofensivos, y a algunos animales (gatos, arañas o pajaros). La persona afectada se da cuenta, cree padecer enfermedades imaginarias y se preocupa de un modo obsesivo por su salud, más allá de todo razonamiento.

# Neurastenias: El individuo muestra una fatiga y una debilidad crónica, y una irritabilidad continuada.

# Neurosis de ansiedad: Se presenta en aquellas personas que manifiestan una continuada sensación de exaltación física y psíquica, que puede ser tolerada y deseada por el sujeto casi como forma habitual de vida, hasta que, al ocurrir algún suceso que les produce una tensión emocional añadida, la ansiedad se hace insoportable.

# Neurosis histérica: Es una forma de neurosis en la que el paciente puede sufrir sonambulismo, amnesia, parálisis o anulación de algunos sentidos (ceguera o sordera histérica), de forma temporal e impredecible, sin que exista ninguna lesión orgánica que lo justifique. En estos casos, las cosas ocurren como si el subconsciente del individuo actuara para defenderse de una situación insoportable, negándose a ver, oír o sentir aquello que le resulta doloroso.

# Obsesiones: Las obsesiones constituyen una forma especial de neurosis. La neurosis obsesiva consiste en la formulación de un pensamiento que se presenta de forma repetitiva y persiste, sin que el individuo pueda apartarlo de su mente. El pensamiento obsesivo puede adoptar las formas de duda obsesiva o pensamiento obsesivo.

# Compulsiones: La compulsión es un acto que se realiza con frecuencia y de manera repetitiva, a modo de ritual, con el fin de reducir la tensión emocional y aliviar la ansiedad. En muchas ocasiones, los actos compulsivos son, en sí, actos normales y habituales, como el hecho de lavarse las manos o de colocar en orden los objetos, pero lo que los convierte en compulsión es el hecho de de presentarse de forma reiterada, con una frecuencia anormal.

Todos tenemos algún tipo de neurosis, como la preocupación excesiva por la salud o la alimentación, la tendencia a inquietarse ante los estímulos y a polarizar la atención en ciertos hechos o circunstancias, entre otros.

El problema se presenta cuando la neurosis alcanza tal grado de desarrollo que imposibilita al afectado para realizar los actos cotidianos más habituales, o bien cuando compromete su relación y convivencia con otras personas. En tal caso, es aconsejable que se someta a tratamiento, que normalmente se basa en psicoterapia.

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