Desde la reciente actualización del PageRank de Google, los bloggers y webmasters -especialmente de USA- se alarmaron por una importante disminución en el PR de sus sitios.
A pesar de haberse barajado muchas hipótesis, una fue la que más resaltó: Google estaría penalizando los links pagos. Dado que aún quedan muchas dudas, hoy veremos algunos datos que, a mí entender, confirman dicha presunción.
Por estos días está circulando un correo “confidencial” de parte de una de las compañías que se dedican a gestionar la venta de links pagos (por precaución no la nombraré, dado el carácter del e-mail). Allí dan a sus clientes una serie de sugerencias para mejorar la venta de links, pero, resulta completamente evidente que la intención no es esa, sino escapar de Google como sea. Algunos datos allí mencionados:
Código. Primero modificaron la URL original para referidos -es decir, el sistema que paga una comisión por cada nuevo usuario registrado en el servicio a través suyo- por una de TinyUrl (redireccionador con URLs cortas). Ahora, también modificaron el código a utilizar en cada página donde aparecen los links pagos.
Títulos. Recomiendan no usar títulos como “Links patrocinados” o referencias directas al nombre de la compañía en cuestión. En todo caso, si van a hacerlo -dicen-, estos deben estar en formato de imagen y no texto (ya verán por qué).
Vínculos. Sugieren eliminar por completo los vínculos del tipo “Tu link aquí” que se dirigen hacia la página de la compañía.
¿Qué podemos concluir con esta información? A pesar de no poseer pruebas concretas, todo indicaría que Google tiene scripts recorriendo la web en busca de sitios con links pagos, basándose en los patrones que mencionamos arriba. Hasta ahora sabíamos que sus empleados buscan manualmente y que incluso disponen de un formulario para que los usuarios “informen” sobre esta clase de sitios, pero la posible existencia de un sistema automatizado aumentaría muchísimo el grado de persecución.
Veamos ahora un caso concreto. Hace un par de semanas uno de mis sitios en inglés -al parecer, los primeros afectados-, donde ofrecía la posibilidad de comprar links y que no casualmente tenía las 3 características que desde la empresa de links ahora sugieren cambiar (código, título y vínculo), sufrió una disminución del tráfico proveniente de Google en casi un 90%. ¿Cómo se llama eso sino penalización? ¿Cómo lo descubrió Google sino de manera automatizada? Ya no hablamos de googlers bajando PageRanks de manera lenta y casi azarosa, sino de todo un mecanismo para perseguir y aniquilar la venta de links.
Conviene recordar que, a pesar de los muchos servicios que Google ofrece, la totalidad de sus ganancias sigue proviniendo de un solo lugar: AdWords y AdSense. AdWords es parte del buscador, y si el buscador pierde efectividad por la influencia artificial de los links pagos, sus colosales ganancias eventualmente correrían peligro. Sobre AdSense, sabemos que Google quiere ser parte del negocio de los webmasters (de hecho, más del 30% de sus ganancias proviene de allí), y con la venta directa de links se queda lisa y llanamente afuera. En teoría, no parece injusto asegurar que Google es el motor de los blogs: te envían y monetizan el tráfico, mientras vos sólo te ocupas del contenido. Pero, ellos quieren algo a cambio (aunque, desgraciadamente, no sepamos cuanto). La paradoja se presenta cuando penalizan a un sitio que usa AdSense, pues así indirectamente ellos también pierden dinero. Igualmente, en la balanza el buscador siempre pesará más, así que no sería de extrañar que consideren hacer pequeños sacrificios para eliminar un problema mayor.
¿Cómo seguirá esta historia? Si se lo propone -y así parece suceder- Google podrá “convencer” a prácticamente todos los webmasters de dejar de vender vínculos (con follow, al menos), borrando de esta manera una de las pocas alternativas a su propio sistema publicitario. Por cierto, está en todo su derecho e incluso tiene algún fin útil (resultados naturales), el problema aquí es lo que los economistas liberales -aunque no me simpaticen mucho- suelen resaltar: de una u otra manera, la falta de competencia termina perjudicando a los usuarios. ¿O acaso Google puede equipararse con un servicio público? Claro que no, y tampoco con un monopolio como los que ya conocemos en este sector. Es la incompetencia de sus competidores -valga la redundancia- quien permite semejante concentración de poder.
Pero, ¿qué nos queda esperar si todo sigue así? confiar resignados en que Google lo hará todo bien, casi como si de un Dios se tratase.
A pesar de haberse barajado muchas hipótesis, una fue la que más resaltó: Google estaría penalizando los links pagos. Dado que aún quedan muchas dudas, hoy veremos algunos datos que, a mí entender, confirman dicha presunción.
Por estos días está circulando un correo “confidencial” de parte de una de las compañías que se dedican a gestionar la venta de links pagos (por precaución no la nombraré, dado el carácter del e-mail). Allí dan a sus clientes una serie de sugerencias para mejorar la venta de links, pero, resulta completamente evidente que la intención no es esa, sino escapar de Google como sea. Algunos datos allí mencionados:
Código. Primero modificaron la URL original para referidos -es decir, el sistema que paga una comisión por cada nuevo usuario registrado en el servicio a través suyo- por una de TinyUrl (redireccionador con URLs cortas). Ahora, también modificaron el código a utilizar en cada página donde aparecen los links pagos.
Títulos. Recomiendan no usar títulos como “Links patrocinados” o referencias directas al nombre de la compañía en cuestión. En todo caso, si van a hacerlo -dicen-, estos deben estar en formato de imagen y no texto (ya verán por qué).
Vínculos. Sugieren eliminar por completo los vínculos del tipo “Tu link aquí” que se dirigen hacia la página de la compañía.
¿Qué podemos concluir con esta información? A pesar de no poseer pruebas concretas, todo indicaría que Google tiene scripts recorriendo la web en busca de sitios con links pagos, basándose en los patrones que mencionamos arriba. Hasta ahora sabíamos que sus empleados buscan manualmente y que incluso disponen de un formulario para que los usuarios “informen” sobre esta clase de sitios, pero la posible existencia de un sistema automatizado aumentaría muchísimo el grado de persecución.
Veamos ahora un caso concreto. Hace un par de semanas uno de mis sitios en inglés -al parecer, los primeros afectados-, donde ofrecía la posibilidad de comprar links y que no casualmente tenía las 3 características que desde la empresa de links ahora sugieren cambiar (código, título y vínculo), sufrió una disminución del tráfico proveniente de Google en casi un 90%. ¿Cómo se llama eso sino penalización? ¿Cómo lo descubrió Google sino de manera automatizada? Ya no hablamos de googlers bajando PageRanks de manera lenta y casi azarosa, sino de todo un mecanismo para perseguir y aniquilar la venta de links.
Conviene recordar que, a pesar de los muchos servicios que Google ofrece, la totalidad de sus ganancias sigue proviniendo de un solo lugar: AdWords y AdSense. AdWords es parte del buscador, y si el buscador pierde efectividad por la influencia artificial de los links pagos, sus colosales ganancias eventualmente correrían peligro. Sobre AdSense, sabemos que Google quiere ser parte del negocio de los webmasters (de hecho, más del 30% de sus ganancias proviene de allí), y con la venta directa de links se queda lisa y llanamente afuera. En teoría, no parece injusto asegurar que Google es el motor de los blogs: te envían y monetizan el tráfico, mientras vos sólo te ocupas del contenido. Pero, ellos quieren algo a cambio (aunque, desgraciadamente, no sepamos cuanto). La paradoja se presenta cuando penalizan a un sitio que usa AdSense, pues así indirectamente ellos también pierden dinero. Igualmente, en la balanza el buscador siempre pesará más, así que no sería de extrañar que consideren hacer pequeños sacrificios para eliminar un problema mayor.
¿Cómo seguirá esta historia? Si se lo propone -y así parece suceder- Google podrá “convencer” a prácticamente todos los webmasters de dejar de vender vínculos (con follow, al menos), borrando de esta manera una de las pocas alternativas a su propio sistema publicitario. Por cierto, está en todo su derecho e incluso tiene algún fin útil (resultados naturales), el problema aquí es lo que los economistas liberales -aunque no me simpaticen mucho- suelen resaltar: de una u otra manera, la falta de competencia termina perjudicando a los usuarios. ¿O acaso Google puede equipararse con un servicio público? Claro que no, y tampoco con un monopolio como los que ya conocemos en este sector. Es la incompetencia de sus competidores -valga la redundancia- quien permite semejante concentración de poder.
Pero, ¿qué nos queda esperar si todo sigue así? confiar resignados en que Google lo hará todo bien, casi como si de un Dios se tratase.
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